Fractura De Humero Proximal

Curso de Residencias Médicas

Autor:examenes.com.ar

Fractura de Húmero Proximal Cerrada

Definición

La fractura de húmero proximal cerrada es una solución de continuidad ósea que afecta al tercio superior del húmero, involucrando potencialmente estructuras anatómicas clave como la cabeza humeral, las tuberosidades mayor y menor, así como la región diafisaria adyacente. Estas lesiones se clasifican según el grado de desplazamiento, conminución y afectación articular, siguiendo sistemas como la clasificación de Neer.

Epidemiología
  • Representa aproximadamente 6-8% de todas las fracturas en adultos, con una incidencia anual estimada de 105-170 casos por 100,000 habitantes en poblaciones mayores de 65 años.
  • 87% de los casos en adultos mayores se asocian a caídas desde la propia altura, mientras que en jóvenes predominan traumatismos de alta energía (accidentes vehiculares, deportes de contacto).
  • La osteoporosis es un factor predisponente en el 75% de las fracturas en mujeres postmenopáusicas.
Fisiopatología

El mecanismo lesional varía según la edad:

  • Adultos mayores: Fuerzas indirectas por caídas con impacto en la mano extendida, transmitiendo energía al húmero proximal (especialmente en hueso osteoporótico).
  • Pacientes jóvenes: Traumatismos directos (e.g., colisiones) que generan fracturas conminutas o asociadas a luxaciones glenohumerales.
    La vascularización de la cabeza humeral (principalmente a través de la arteria circunfleja posterior) puede comprometerse, aumentando el riesgo de necrosis avascular.
Manifestaciones Clínicas
  • Dolor agudo localizado en el hombro, exacerbado con movimientos pasivos/activos.
  • Edema y equimosis (hematoma de Hennequin) que aparece a las 48-72 horas, extendiéndose al brazo y tórax lateral.
  • Limitación funcional severa: El paciente adopta postura antálgica (brazo en aducción, codo flexionado y antebrazo sostenido).
  • Signos neurológicos: Compromiso del nervio axilar (20-35% de los casos) con parestesias en región deltoidea y debilidad en abducción.
Diagnóstico
  1. Evaluación clínica:

    • Historia de trauma reciente + exploración física (palpación de crepitación, evaluación de pulsos radial/cubital).
    • Pruebas específicas (e.g., signo de Hawkin para descartar lesión del manguito rotador).
  2. Estudios de imagen:

    • Radiografía básica: Proyecciones anteroposterior, transtorácica y perfil escapular (Y de Neer) para valorar desplazamiento.
    • Tomografía computarizada (TC): Indicada en fracturas complejas (3D para planificación quirúrgica).
    • Resonancia magnética (RM): Útil en sospecha de lesiones asociadas (manguito rotador, vascularización).
Factores de Riesgo
  • Edad avanzada (>65 años) y osteoporosis (riesgo 4x mayor en mujeres).
  • Consumo de corticoides o enfermedades metabólicas óseas.
  • Deportes de alto impacto (rugby, esquí) o ocupaciones con riesgo de caídas.
  • Poblaciones vulnerables: Pacientes institucionalizados o con deterioro cognitivo (mayor incidencia de caídas recurrentes).
Complicaciones
  • Tempranas: Lesión neurovascular (nervio axilar, arteria circunfleja), síndrome compartimental.
  • Tardías: Rigidez articular (capsulitis adhesiva), necrosis avascular de la cabeza humeral (8-15%), pseudoartrosis (5-10%).
Tratamiento
Conservador (Indicaciones):
  • Fracturas no desplazadas o mínimamente desplazadas (<1 cm).
  • Pacientes con alto riesgo quirúrgico (comorbilidades severas) o baja demanda funcional.
  • Protocolo: Inmovilización con cabestrillo por 3-4 semanas + analgesia (AINEs) + rehabilitación precoz.
Quirúrgico (Indicaciones):
  • Fracturas desplazadas (>1 cm o >45° de angulación).
  • Fracturas en 3-4 fragmentos (Neer III-IV) o con compromiso articular.
  • Técnicas: Osteosíntesis con placa bloqueada, fijación percutánea o artroplastia (en necrosis avascular).
  • Profilaxis: Antibióticos preoperatorios (cefazolina 1-2 g) + tromboprofilaxis (HBPM en pacientes inmóviles).
Consideraciones Especiales
  • Adultos mayores: Priorizar funcionalidad y evitar complicaciones por inmovilización prolongada (neumonía, úlceras).
  • Pacientes jóvenes: Enfatizar en la recuperación de la fuerza y rango de movimiento completo.
  • Rehabilitación: Iniciar movilización pasiva a las 2-3 semanas, progresando a ejercicios activos según tolerancia.